domingo, 12 de febrero de 2012

EL VIAJE DE MALASPINA

Las olas baten con fuerza. En el interior de la celda, Malaspina sigue escribiendo. Su osadía por enfrentarse a Godoy y a sus ideas contrarias a los pensamientos ilustrados, hizo que sus huesos acabaran en este castillo convertido en cárcel. De nada le sirvió ser el artífice de la mayor expedición científica de la era ilustrada que nuestro país tuvo a bien conmemorar. En este país poco vale lo que hagas si no comulgas con las ideas  imperantes de cada momento histórico. Porlier también estuvo recluido en esta prisión y ahora preside una de las más bellas plazas de la ciudad. Será que la justicia nada tiene que ver con la verdad. Será que la verdad solo engendra huérfanos.

El italiano Alejandro Malaspina fue noble y marino que realizó una larga expedición a las colonias españolas de la época (siglo XVIII) de carácter político- científica (1789-1794). A su vuelta, aconsejaba dotar de mayor autonomía a las colonias y reforzar los lazos con ellas a través del comercio. Gran conocedor de las ideas ilustradas fueron sus ideas no aprobadas por Godoy, el valido de Carlos IV que solo servía para cazar y comer. No contento con ello participó en una conspiración contra Godoy, fallida conspiración que lo llevó a ser condenado 10 años al húmedo castillo de San Antón.


Desde allí vio partir otra expedición que cambiaría el transcurso de la historia (la expedición Balmis), de la que ya hablaremos en su momento. Es curioso como la historia quiso que tanto Malaspina como el doctor Balmis fueran fotografiados en el mismo espacio y tiempo. Dos hombres que dieron más sentido a la humanidad, al deseo de cambiar las cosas, dos hombres para ser recordados por esta nuestra ciudad.

Finalmente, Alejandro no cumplió entera su condena por la presión de Napoleón que sí que vio en su figura un importante ilustrado y sabio. Murió pocos años más tarde en su Italia natal intentando, mediante la política, querer cambiar las cosas. Por eso cuando visitamos todos los entresijos de nuestro castillo, se nos viene a la memoria el cautiverio de Alejandro en su celda y escribiendo. La historia quería silenciarlo para siempre pero lo más interesante de la historia es que siempre acaba por aflorar. Nuestro más humilde perdón a su figura como detectives que quieren sacar a relucir los acontecimientos tales cómo han sucedido. ¿Será importante nuestra labor hoy?

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