domingo, 28 de octubre de 2012

CÁRCEL Y LIBERTAD


           
        Es curioso pensar que la ciudad de A Coruña guarda, a simple vista de pájaro, la conjunción casi mística de la libertad junto a la represión más aberrante que el ser humano ha podido inventar. Donde hoy es reconocida mundialmente la Torre de Hércules como símbolo de la humanidad, habita, a escasos metros, un vetusto complejo arquitectónico en ruinas y a punto de desplomarse. Una construcción que data de 1927 fundamentado en la ideología del buen pensar de Concepción Arenal, una cárcel pública que respondía a las exigencias de la ciencia y de la ley como gustaba decirse en la época y sustituyera al “lóbrego e inhumano» edificio del Parrote.