domingo, 13 de enero de 2013

EL RELOJ CORUÑÉS



Cayó en nuestras manos un artículo interesante de nuestra admirada escritora Blanca Riestra en una lluviosa tarde de domingo. En él, como perspicaces detectives que somos, vislumbramos una conexión de un monumento colosal francés con otro de nuestra bien querida ciudad de A Coruña. No dábamos crédito. ¡Qué insignificante, a veces, se muestra la Historia ante el devaneo de los siglos que acaban por ensamblarse en un todo! Los coruñeses, allá por el 1893, contemplaron en su puerto un monumento magnífico con dirección a la capital francesa. Éste vestiría su flamante plaza de La Concordia. Y los coruñeses, para no ser menos y absortos ante tanta belleza, decidieron también tener su monumento insigne a la entrada de su Calle Real. ¿Sabéis cual es?