FOGAR DE BREOGÁN

  Cuando descubrimos la estatua de Xosé Cid dimos el caso por cerrado. Ith, hijo de Breogán, nos había pedido que halláramos la figura mítica y ancestral de su padre, famoso caudillo de estas tierras hace ya mucho tiempo. En el Libro de las Invasiones, venerado pergamino de los monjes irlandeses del siglo XII, comenzamos a indagar.

Supimos que Breogán, hijo de Brath, quiso asentarse aquí después de un arduo peregrinar desde tierras orientales europeas. Después de haber sometido a todas las tribus rivales que osaron enfrentarse a él, tuvo a bien construir una magnífica torre para mostrar su poderío y vigilar

también, de paso, el enigmático Atlántico.



Esmalte farola Paseo Marítimo
Autora: Julia Ares

El lugar lo llamarían Brigantia, honor a Breogán, y desde su puerto vería partir a uno de sus hijos, It, nuestro cliente, que estando un día de claro invierno en lo alto de la torre, divisó una hermosa isla a lo lejos, que el mundo llamará Irlanda.

Pero It regresó, tiempo más tarde, envuelto en una mortaja y su hermano Mil, enfurecido y envalentonado, quiso vengar la muerte de It. La historia contará que redujo tras encolerizadas batallas a los fieros guerreros de Irlanda, los llamados Tuata De Danann comenzando un largo periodo de dominación galaica en los lares bellos de Irlanda.


Esto último pareció agradar a It muy gustosamente al saber que su muerte no había sido en vano y, contemplando la estatua de su padre en el Parque escultórico de la Torre, se evaporó, no sin antes agradecer nuestro trabajo. Sin embargo, no nos dio tiempo a decirle una cosa de importante relevancia: que la memoria de aquél que fuera su padre, el caudillo Breogán, unido está para siempre al sentir de esta nación. Eduardo Pondal y el himno gallego se encargarían de ello.