miércoles, 22 de agosto de 2012

FERIA MEDIEVAL


Presenta la ciudad un colorido especial cuando la feria medieval acecha por la Ciudad Vieja. Es bello descubrir un rebullir de gente retrotraída al pasado, con mercaderes, artesanos, malabaristas, pasacalles… La Ciudad Vieja lleva a cabo entonces lo que un día se dijo en 1503. Una orden que invitaba a celebrar una feria que durase un mes entre sus muros. Una orden que tiempo hace ya la ciudad ha recuperado para el deleite de sus habitantes.


Estábamos absortos con esta bella hilandera a la que tuvimos que preguntar por dónde se hallaba la fuente del deseo que, al parecer, engalanada estaba por estas fechas. Dicen que, dicha fuente, duerme al aroma de los plataneros y magnolios más bellos de la ciudad, dicho que dejaremos que el viajero descubra por sí mismo. Pero tan absorta estaba la bella dama en sus remiendos que ni nos contestó. Así que más adelante, paseando entre la multitud, la osadía tuvimos de preguntarle al mismo Pinocho por la ubicación de tan preciada fuente. Nos mintió pero reconfortante es saber que te mienten sin disfrazar lo dicho con medias verdades.

Así que un poco perdidos y alegrándonos el paseo unos malabaristas en la Colegiata Santa María del Campo, decidimos descansar sentados en su cruceiro, uno de los más antiguos de Galicia (siglo XV). Decidimos entonces reponer fuerzas y preguntarle a este alfarero por la fuente. Y allí llegamos por fin. Asentada en medio de la plaza Azcárraga alumbrando hacia el cielo. Y pedimos un deseo. Que los tiempos que se avecinan sean menos malos que los que ya hemos pasado. Veremos. Por si acaso nos acopiaremos de unos buenos zuecos por si se pone a llover con intención de nunca parar.

Nos vemos con las cámaras.







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